PREVENCIÓN DE INFARTO MIOCARDIO

El músculo cardíaco, se encuentra irrigado por las arterias coronarias; el oxígeno y otros nutrientes que le llegan a través de ellas posibilitan su funcionamiento adecuado. Las enfermedades de estas arterias (la más frecuente la ateroesclerosis coronaria), generan la “cardiopatía coronaria” y sus potenciales complicaciones: infarto agudo del miocardio, angina de pecho, muerte súbita, arritmias cardíacas, insuficiencia cardíaca, etc. que representan la principal causa de mortalidad en los países occidentales.

El infarto de miocardio es la muerte de parte del músculo cardíaco por alteración en el suministro de oxígeno a través de las arterias coronarias en la relación a los requerimientos del mismo.

PREVENCIÓN CARDIOLÓGICA

 El objetivo global de la prevención de la cardiopatía coronaria es evitar la ateroesclerosis de las arterias que irrigan el corazón, que es lo que llamamos prevención primaria y se logra controlando los llamados “factores de riesgo”. Estos factores son:

  • Hipertensión Arterial
  • Dislipemias (Colesterol Elevado)
  • Tabaquismo
  • Diabetes
  • Obesidad y Exceso de peso
  • Sedentarismo y estrés

En la práctica clínica existen una serie de recomendaciones para el control de estos factores de riesgo coronaria, que incluyen entre otras cosas:

  • Control de las cifras de tensión arterial
  • Reducción de lípidos (Colesterol y Triglicéridos)
  • Control de la Glucosa (Diabetes)
  • Cesación tabáquica: activa y pasiva
  • Reducir el exceso de peso

CAMBIOS EN EL ESTILO DE VIDA

ALIMENTACIÓN SANA

  • Ingesta de grasa inferior al 30% de las calorías totales diarias
  • Ingesta de grasas saturadas (animales) inferior al 10% del total de grasas
  • Ingesta de colesterol inferior a 300 mg/día
  • Ingesta de grasas saturadas de origen marino y vegetal
  • Aumentar el consumo de carne de pescado fresco y vegetales. frutas, hortalizas, cereales, legumbres
  • Reducir el consumo de sodio (Sal)

ACTIVIDAD FÍSICA PROGRAMADA

Ejercicio aeróbico durante 20-30 minutos, 4-5 veces a la semana: caminar, nadar, andar en bicicleta son ejercicios recomendables.

Estos factores tambien deben ser controlados en aquellos que ya tienen un nivel de compromiso coronario, para evitar la aparición de complicaciones, es lo que llamamos prevención secundaria. Lo mismo ocurre con pacientes que ya han sufrido un evento coronario como un infarto y que por lo tanto son un grupo que tiene alto riesgo de sufrir otro episodio.

Para más información comuníquese con OSOSS
Al 4958-2002 // Gerencia de Prestaciones Médicas.